Apenas una semana después de la finalización de la revolución Blanca en Egipto, los jóvenes se concentran los viernes por la noche en algunas de las plazas más céntricas y significativas de El Cairo para celebrar el triunfo de las revueltas, y el derrocamiento del régimen de Hosni Mubarak, en el poder durante más de treinta años.

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La Revolución Blanca o Revolución de los Jóvenes comenzó el 25 de enero de 2011, en el llamado Día de la Ira, y se propagaron por todo Egipto, liderada por diversos grupos sociales y animados por el éxito de las protestas en el cercano Túnez.

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Después de 18 días de enfrentamientos entre jóvenes revolucionarios, partidarios de Mubarak y policías del régimen, el dictador se vio obligado a abandonar el poder, gracias también a la presión ejercida por la comunidad internacional.